
No había nada que hacer, la única cosa era resignarse a pasar la noche la sede de espera de la estación, así que me puse a dar vueltas y vueltas de un lado para el otro, sin saber que hacer, una señora que estaba allí sentada me dijo que me tranquilizara que por muchas vueltas que dará hoy no se iba a solucionar así que queda te tranquila ya, que me estas poniendo nerviosa HIJA, ella no sabia que hacer con el comentario de esa señora así que sin pensarlo cogió sus maletas y se fue muy molesta y mal diciendo a la señora, al doblar la esquina tropezó y cayó encima de .......
Cuando miro para arriba y vio aquel hombre tan alto tan guapo tan moreno y con esos ojos tan verde y madurito se que do sin palabras.
El hombre le pregunto si se encontraba bien, pero ella no podía articular ninguna palabra, solo podía tener la boca abierta y balbucear, el le dijo que como no cerrara la boca le iba a entrar una mariposa, y los dos empezaron a reír...